jueves, 30 de junio de 2011

EL VAMPIRO DE BUENOS AIRES



Fundación 3:22 Pm, todo transcurre con calma como debería transcurrir, durante cualquier tarde de lluvia Fundanence, esas en las que no hay más que hacer que refugiarnos debajo de algún techito, el alguna terraza o en nuestros respectivos aposentos, pasaba yo, el aguacero en la casa del Negro Moreno, gran hermano y pintoresco personaje de las tablitas. Ese día como diría la llaveria, estaba más aburrido que los perritos de Doña Merce.

“Ojo al agua que se mete, cierra la puerta que se mete el agua ombe”; dijo el negro, le he dicho yo cógela suave que alguno por aquí ha de pasar para ser el próximo tema de un vacile, cuando como una epifanía divina, como una aparición, por la otra acera y bajo el constante, incesante y desesperante caer de la llovizna, veo pasar, una figura bajita de no más, de 1.50 Mts con un maletín viejo a cuestas, sus herramientas de trabajo y la misma cara de toda la vida.

Era el “Chuchador”, un hombre ya mayor que se dedica al honorable arte de ser zapatero, conocido por todos, en la zona de los zapateros en el centro de fundación, padre e hijo de una dinastía de zapateros que han ejercido su labor desde hace muchos años en la región, de su historia no se sabe mucho, pues como muchos de los que van y vienen como pordioseros del universo, prefiere no compartir sus historias y limitarse simplemente a comentar sobre su labor y sus asuntos entre su gremio de amigos zapateros, su nombre??? No lo sé, es la hora que no lo pregunto, porque simplemente se le llama zapatero, o también de manera grosera le dicen “Chuchador” para verlo enojar y tirar piedras, al mejor estilo de un estudiante de la universidad nacional, aunque la verdad es que el apodo de Chuchador se lo gano según el pueblo por una serie de conductas sexuales en su familia que incurren en el incesto y otros desordenes (se comen entre primos entre hermanos y así).

Y fue ahí después de haberlo visto cuando, como un rayo, un baldado de agua fría o un pellizco en la oreja de esos que daba la seño Falco, vino a mi mente, un recuerdo congelado en el tiempo… EL VAMPIRO DE BUENOS AIRES…así mi mente se aclaro y viajo 18 años atrás al pasado, al Fundación de mediados de los noventas y le dije al negro, llave te acuerdas de ese cuento? Cual? Dijo él; eche negro el Vampiro de Buenos aires, Respondiéndome el “Nojoda si valecita el vampiro de Buenos Aires”……y es aquí donde la historia inicia.

Resulta que nuestro amigo zapatero, tenía un hijo de unos 22 a 24 años, pero que por cuestiones de la vida, desprecio la labor de zapatero y prefiero marchar del lado oscuro del camino, encontrándose con el fin que siempre conlleva el andar torcido y de amigo de lo ajeno, muchos conocidos, comentaron que en vida el muchacho le dijo a su padre, que cuando cumpliese un año de muerto, fuese exhumado su cadáver y así fue como el año transcurrió, pero por cuestiones de dinero y poca liquides monetaria del padre le fue imposible la exhumación del cuerpo, impidiéndole cumplir la promesa hecha al finado.

1994; Se regaba la macarena en el mundo como una plaga apocalíptica, se hablaba de satanismo, de sectas de hombres con capas negras que aprovechaban la penumbra para realizar sus ritos paganos al dios del inframundo y violaban a la muchachas incautas que andaban solas por la calle en la noche y las dejaban embarazadas con niñitos que tenían el 666 en la frente, se decía que la macarena era satánica, porque un pastor cristiano de yo no sé donde, había descifrado unos mensajes subliminales que contenían mensajes alusivos a Satán. Mensajes subliminales, esa era la época en la que la maquina consumista encontró una mejor manera de meterle ideas locas a la gente en la cabeza sin darse cuenta. Si escuchas Metallica estas condenado al infierno, no andes tan tarde en la calle que las sectas satánicas están rondando y ya el diablo anda suelto y diez mil locuras más que la gente siempre inventa, en respuesta a la cosas que desconoce o que simplemente no entiende.

Un lunes por la mañana a la hora de actualizar los cuentos del fin de semana antes de entrar a clases, en el Sagrado Corazón de Jesús, llego Armando Navarro un negrito con dientes blancos, que brillaban en la oscuridad de la noche, decía uno de los turcos Ghotme, narrando una historia con tinte espelúznate, un cuento que haría que cualquier programa de misterios misteriosos o fenomenoides paranormales, le diera unos 200 de atención algo maravilloso y tan inverosímil que por un segundo pensé que a mi compañero por equivocación le habían cambiado sus medicamentos para el asma por algunos de esos que ponen a la gente a decir locuras. El pelao llego diciendo que en la noche del sábado en los alrededores del cementerio de Buenos Aires, pero no Argentina el de Maradonna y el Fernet con coca no, sino Buenos Aires Magdalena un corregimiento perteneciente a Aracataca, pero está del otro lado del rio Fundación, así que siempre se ha compartido una estrecha relación entre Fundación y Buenos Aires, siendo Buenos Aires, ese pedazo de Fundación que pertenece a Aracataca pero que a todos en algún momento determinado de la historia nos ha tocado visitar, conocido por sus tardes de sábado y domingo con los pick ups (picós, equipos de sonidos con grandes parlantes), como el de Fili en la cabeza del puente colgante, el Leonard Stereo laser con los bajos de la inmortal “Turbina” que se oye resonar hasta las palmas, que están más arriba en la rivera del rio por los lados del puente del ferrocarril por la finca de Orlando Vásquez, personajes como Picho El Enano, que en la época de la violencia y la crisis económica se fue del pueblo porque según el “ El balín se puso bajito y la cuchara se puso alta”. El profesor Madrid, autor del mártir de las bananeras y manager productor de “Fantasia 2000” la primera organización musical vallenata organizada y con su propio CD en Fundación…que yo me acuerde…Y muchos más que circulan en el aire envueltos en un vaho multicolor de este abanico pintoresco, de casas de tabla y barro que con el tiempo fueron transformadas a los materiales modernos, donde muchos como mis grandes amigos los Turcos Ghotme o el Doctor Yeison Ropain, fundieron sus almas y cuerpos con el idilio del amor zoofilico, sucumbiendo a las caderas prominentes de María, pero no la María Juana, sino María casquitos, el primer amor de todo costeño que se respete, como olvidar las tardes de calor en Buenos Aires, en la acequia por los lados del rubí. Pero me desvió del eje de la historia, el asunto es que durante la noche del sábado un suceso bastante fuera de lo común ocurrió en el sector antes mencionado y era, que moradores del sector, más que todo señoras, dedicadas al memorable y antiquísimo arte, del lavar ajeno, dichas señoras afirmaban haber visto a un hombre alto, barbado con cabellos largos, uñas largas, un aspecto bastante gótico diría yo en mi juicio de cinéfilo del barrio abajo y sentado en cuclillas sobre una de las paredes del cementerio, algunos dijeron que era Ichi el celador del aserradero del chimila que también tiene cara de vampiro le gustaba andar fumando unos tabacos que olían al mero ambientador de Lucifer, otros decían que era uno de los integrantes de las crecientes sectas satánicas, total era que el asunto era más raro que un perro a rayas.

Como es de esperarse la historia se basa en especulaciones de la gente, pues de ese momento en adelante se comenzó a tejer una maraña de historias de todo tipo pero había una que tomaba más cara de novela transilvanica. Muchos fueron criterios de viejos sabios, experiencias de cazadores de brujas y gente sabida de los fenómenos paranormales, nadie se explicaba que era y muchas noches después se volvió a ver a aquella figura de aspecto siniestro, en el mismo sector y muchos al no tener manera de cómo llamarle a esto simplemente sacaron la mejor conjetura de todas, es un vampiro, si así como lo leen, un vampiro de esos que chupan sangre de doncellas por la noches, pero no como Blade que es un vampiro que lucha por el bien ayudado de las artes marciales y armas de vanguardia, ni como los preferidos de las adolescentes los crepusculares Cullen, con sus pieles de diamante y sus autos ultimo modelo o el mismísimo y carismático Conde Dracula, este no, este mas bien era un vampiro criollo, si criollo pues que más puede salir de por aquí, entre indios, mestizos y mulatos, ummm?? Un vampiro criollo, esa era la respuesta.

Como pólvora, se rego en los colegios, en el mercado y en todas las casas de la región, es más, si eso hubiese pasado en esta época, le hubiesen tomado fotos y le hubiesen hecho un grupo en Facebook que se llamara “EL VAMPIRO DE BUENOS AIRES” Te gusta o No te Gusta, y le hacían su video directo al Youtube y de esa manera transcendería mas allá de las fronteras de Buenos Aires. Todos estábamos aterrados la idea de que un esbirro de Lucifer rondara las calles de Buenos Aires no dejaba de preocupar, pues que tal que se le diera por andar mordiendo a todos y terminase convirtiendo al pueblo en un paraíso vampiro, era de preocuparse. Se decía que si no estabas bautizado el vampiro vendría por ti, por ende se aumento considerablemente la realización de bautizos a causa de que el vampiro, no se llevara a los infantes que carecían del preciado sacramento, que por cierto, me imagino yo, que también, represento unos buenos ingresos a la curia por parte de los derechos de la ceremonia. En la artesanía que por esa época visitaba a Fundación ubicada en el parque 7 de agosto, no se daba a basto la venta de rosarios y escapularios, medallas, la gente con el agua bendita, apuesto que no falto el que se armo con sus ajos y su estaca de madera, en caso de ataque vampírico.

Pero que pitos toca, el amigo “Chuchador” en esta historia. Pues resulta que el famoso vampiro supuestamente resulto siendo ser el hijo ya fallecido del amigo zapatero, que le conto a un amigo que durante varias noche, había soñado con su hijo y este le decía que no estaba bien y que por que no le había cumplido su promesa y comentaba de la insistencia con la cual el finado le pedía que cumpliera con su promesa, fue así como el zapatero hizo de tripas corazón y consiguió el dinero para el trámite de la exhumación del cuerpo de su hijo que reposaba en el cementerio de Buenos Aires, para ver si ya lo dejaba dormir tranquilo. El día que se programo la diligencia como es común en cualquier pueblo de nuestra costa Caribe, no podía faltar la más de media docena de curiosos atentos a verle la cara al muerto que tal la tenia después de andar enterrado en estos calores, pero al llegar a la tumba se encontraron con que estaba rajada, tenía una especie de grieta en su estructura, pero no representaba una amenaza, se procedió al trabajo y al sacar el féretro se arrimaron mas a ver, como si de monedas de oro en un cofre se tratase y al abrir, para sorpresa de muchos o todos quizás, cuentan, que el cuerpo estaba casi intacto, con cabellos largos, uñas largas y barbado, características que encajan con las de nuestro visitante, el caminante nocturno, al ver esto, la gente no tubo mas lugar a dudas, este era, este mismito era, el pájaro que tenia al pueblo en vilo, claro y por que quien más, el hijo del “Chuchador” era el vampiro.

Y todo encajaba raramente pues el tipo, hasta vestido de negro estaba, pero y como no iba a estar vestido de negro si iba para su propio funeral, también se suman, las apariciones en sueños a su padre y que aja, para mas bendita casualidad el tipo estaba enterrado en mismo cementerio, la tumba rajada y con la misma pinta del vampiro que atemorizaba a todos.

Fue así al regarse la bola y la identidad el vampírico ser y su lugar de ubicación comenzó la faena y peregrinación al cementerio a ver la tumba de tan mágico personaje, recuerdo haber ido al cementerio una tarde de un miércoles con ese sol de 2:30 que no se aguanta nadie y ver como en la puerta de cementerio se agolpaba la gente vendiendo chicles, bolis, raspaos, helados, algodón de azúcar, bolita, lotería, chuzos, fotos de actores de moda en vidriecitos con cintas y muñequitos con corazones que de decían te amo pero en ingles y demás perendengues que se venden en la puerta de cualquier caseta o corraleja. Había mucha gente ese día, ese cementerio no se entendía, viejitas con velas rezaban, los pelaitos robándose las velas de las otras tumbas para yo, que se, hacer con ellas, el man de la butifarra y luego de atravesar ese laberinto de tumbas gente con olor a bultero sudado revuelto con perfume de pachuli, me sentía como navegando en un agua oscura y al ver un tanto de claridad me vi ahí parado frente con frente a la tumba del famoso. Aja ya estaba frente a la tumba…aja y que…pues nada…si nada….era una tumba como la de mi mama o la de mi abuelo, con la diferencia de que estaba rajada, cuál era el chiste, no sé, estuve solo 2 minutos parado frente a ella, esperando algo mágico, místico, no sé, realmente a mis 11 años pensé que encontraría una tumba con 2 gárgolas bien feas a los lados, velas y un cajón abierto con el Dracula criollo en el, esperando la noche para salir a degustar a las doncellas bonaerenses, pero no, la decepción fue más grande que la de la selección Colombia en el mundial del 94. Pues si por que no había nada, no sé por qué todos corrían y se agolpaban a ir a ese lugar si no había nada, ni un vinculo sobrenatural, ni una experiencia paranormal, es mas la tumba hasta mal escrito tenía el nombre del protagonista de la novela, Jairo no se que, decía a mi poco me importo pues no vi ni al vampiro y ni supe si en verdad esa sería la tumba del fulano.

A los días escuche por fuente de Armando navarro, una fuente bastante macondiana, que el padre Dairo párroco del pueblo en ese entonces, tenía planeado un rito de exorcismo al cuerpo para despojarlo de ese espíritu maligno que no lo dejaba descansar en paz y que lo convertía en un ser maligno y peligroso a la sociedad. Y poco a poco con el pasar de los días, se fue opacando el brillo de la noticia, pues al realizar el exorcismo y darle la tranquilidad al muerto este ya no atemorizaría mas a la gente del pueblo y así como todo fue pasando de moda, como el chupa cabras, como Fukushima, las pirámides de DMG y las cagadas de los Nule, paso de moda, ya era hora del que el vampiro volviese a su cripta y le diera paso a una nueva noticia, cargada tal vez de menos terror o menos cosas sobre naturales pero moda al fin.

18 años después, bajo la lluvia recordaba al ver al Chuchador esa historia que le dio la vuelta al pueblo y que ya hoy no es más que un cuento del que pocos se acuerdan y si son como yo, se acuerdan se ríen ese cuento y decide tomar nota y tener por lo menos un relato anecdótico y un tanto especulativo sobre una historia fantástica y bastante sensacionalista….

El Chuchador, pues sigue arreglando zapatos ahí en la esquina donde estaba el globo, cerca al parque de los varados, aunque cualquier día de estos, me doy una vuelta por Buenos Aires a ver que ha sido da la vida del Vampiro de Buenos Aires.
………….

2 comentarios:

  1. Nos atrapó esta historia, tanto a mis alumnos como a mi, y nos hizo olvidar por un rato el frío que estamos sintiendo en este otoño, casi invierno ya... en el otro hemisferio donde vivimos.
    El escenario y los personajes son como una mezcla tropical que Hernando modela a su placer, para desembocar en los territorios del mito y la leyenda, envolviéndonos en una prosa alucinante y mágica...!!
    Esperamos mas historias para seguir disfrutando de tu imaginación e ingenio!!!

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    1. Muchas gracias, Maestra y niños del sexto grado de la escuela obelisco, es para mi muy grato, saber que en el otro hemisferio, gozan y aprenden con las vivencias y con nuestras estampas culturales, siempre que deseen saber mas de mi Colombia y mi cultura caribe, estare dispuesto a hablarle o contarles una historia, por que soy un contador de historias y ustedes y su afecto transmitido en este mensaje, son el material que materializa los sueños y plasmas la palabras que inspiran cada historia que se refleja y se ha vivido en un lugar muy lejano del de ustedes, muchas gracias y sigan atentos que pronto tendre mas historias para ustedes...

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